El trabajo de Mariana tiene la complejidad de la vida misma y su forma de plasmar esa vida en imagen es poniéndole el cuerpo. El autorretrato como punto de partida para trabajar ausencias y dolores nos interroga acerca de cómo construir una nueva subjetividad en función de los que nos toca vivir.  Mariana combina imágenes y textos de su autoría y nos revela en su piel, sus dípticos y sus abstracciones que nada es gratuito, asimismo nada es definitivo.